¿Secador de manos o toallas de papel? Guía de compra
¿Qué es una toalla de papel y para qué se utiliza?
Las tendencias actuales fomentan la reducción de gastos no solo por razones financieras, sino también por preocupación por el medio ambiente. ¿Qué elegir entonces: secadores de manos eléctricos o toallas de papel? Ambos son productos fabricados por el hombre y afectan al medio ambiente, de manera más o menos negativa. Quedan entonces dos soluciones: elegir la más ecológica de las opciones disponibles o... secarse las manos en los propios pantalones.
Índice:
1. Emisión de dióxido de carbono y consumo de energía
2. Residuos
3. Higiene del secado de manos
4. Resumen
Emisión de dióxido de carbono y consumo de energía
Los opositores al uso de toallas de papel señalan una emisión de dióxido de carbono mucho mayor en comparación con los secadores de manos, en cada etapa de su existencia: durante su producción, entrega a los almacenes y luego a los clientes, y en la etapa final, es decir, en el momento de la eliminación. Las toallas de papel desechables se consumen regularmente, por lo tanto, es un proceso recurrente.
- Bolsa de basura = 0,3 g de CO2
- Transporte = 5,3 g de CO2
- Eliminación de residuos en vertederos = 24,7 g de CO2
El uso de fuentes de energía renovables, como el viento o la energía solar, minimiza el impacto negativo en el medio ambiente y, por supuesto, es más ecológico que el uso de fuentes de energía no renovables, como el carbón, el petróleo y el gas. La gestión racional de los recursos hídricos y forestales, así como una política responsable de las plantas de producción, también desempeñan un papel significativo. Los fabricantes modernizan sus productos, aumentan su eficiencia, reducen costos y eligen soluciones ecológicas.
Residuos
El uso de toallas de papel está asociado con la generación de residuos. Aunque las toallas de papel a menudo se fabrican con papel reciclado, su vida generalmente termina en el momento de su uso. Rara vez se reciclan. Como material "contaminado", terminan en vertederos o incineradoras. Podrían compostarse para obtener abono de alta calidad, pero esto requeriría pasos adicionales. Además, el uso de toallas de papel requiere la compra de dispensadores de toallas de papel y papeleras, una limpieza más frecuente de las instalaciones, el uso de bolsas de basura y productos de limpieza, que se almacenan en envases de plástico desechables, generando más residuos para reciclar. Por otro lado, las toallas de papel se descomponen fácilmente.
Los componentes de los secadores de manos, por otro lado, son residuos más problemáticos y pueden pasar cientos de años antes de que las partes plásticas y metálicas de los secadores desaparezcan de la superficie de la tierra. Aquí es donde entra en juego la gestión ecológica de residuos. También es importante mencionar que los secadores de manos tienen una larga vida útil: la vida útil de un secador de manos, dependiendo del modelo, puede ser de hasta 10 años. Un secador que ya no se puede usar debe desecharse de manera adecuada. Los países europeos intentan controlar los residuos. La Directiva WEEE 2002/96/EC (Waste of Electrical and Electronic Equipment) fue adoptada en 2003 por la Unión Europea para minimizar los impactos ambientales negativos de los residuos electrónicos.
Higiene del secado de manos
Incluso en los baños bien mantenidos, se acumulan colonias de bacterias. ¿Qué solución garantiza la máxima higiene? Las toallas de papel dispensadas desde dispensadores se consideran la mejor solución en términos de higiene. Las toallas en el dispensador tienen un contacto limitado con el entorno exterior: existen dispensadores sin contacto de toallas de papel que dispensan toallas de manera que el usuario solo toque su propia toalla.
El tema de los secadores de manos es algo más complicado. Como mencionamos anteriormente, en los baños, donde a menudo hay condiciones cálidas y húmedas, pueden acumularse más bacterias, especialmente si el baño no está dividido en dos espacios: cabinas de inodoro y lavabos. Los secadores de manos secan las manos con aire aspirado desde la habitación donde se usan. Hasta hace poco, se pensaba que de esta manera podrían transferir bacterias del exterior a las manos recién lavadas. Sin embargo, también hay muchos microorganismos en el cuerpo humano. Además, los secadores que calientan el aire matan los microorganismos a altas temperaturas, y los secadores más nuevos están equipados con filtros que purifican el aire con el que se secan las manos y el cuerpo. Un secador de manos adecuado puede ser tan higiénico como las toallas de papel para manos.
Resumen
No se puede escapar del progreso de la civilización, pero se puede ser un consumidor consciente y tomar decisiones informadas. Al analizar las emisiones de CO2, el consumo de energía, la generación de residuos y otros factores, la conclusión parece clara. Los secadores de manos generalmente superan a las toallas de papel, especialmente en baños con alta afluencia, pero esta victoria no es del 100%. Los secadores más baratos, fabricados con tecnologías más antiguas, que emiten aire caliente y secan durante más tiempo, no son tan eficientes ni ecológicos como los secadores de nueva generación. Por lo tanto, vale la pena invertir más y comprar un secador mejor y más económico. También es importante considerar que hay lugares donde el uso de secadores de manos eléctricos no es posible. Las toallas de papel son insustituibles, por ejemplo, en consultorios dentales, médicos y cosméticos, en la gastronomía y otros lugares. Las toallas y trapos de papel y tela no tejida también son esenciales en algunas plantas de producción y servicios.
En resumen, al decidir entre un secador de manos eléctrico o toallas de papel, uno debe considerar no solo cuál es la solución más amigable con el medio ambiente, sino también la especificidad de nuestra actividad y, por lo tanto, nuestras necesidades individuales.
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