Edificios de utilidad pública, como oficinas, escuelas, universidades, instituciones culturales (cines, teatros, museos), centros de recreación, restaurantes, siguen siendo un gran desafío en términos de accesibilidad para personas con discapacidad. A menudo son lugares en los que simplemente entrar no es fácil, y mucho menos moverse dentro de ellos, a menudo rozando la imposibilidad.
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Al menos un baño (inodoro, baño) en cada piso debe estar adaptado para personas con discapacidad. La adaptación debe incluir cuatro recomendaciones principales:
Las puertas de entrada son el primer elemento que requiere adaptación a las necesidades de las personas que se desplazan en silla de ruedas, y que fácilmente puede convertirse en un obstáculo insuperable para ellos. Todos los esfuerzos del diseñador y del constructor para crear un interior de baño perfecto y óptimo para personas con discapacidad, para garantizarles plena autonomía y comodidad, pierden sentido si se omiten las puertas de entrada, que a menudo se olvidan. Por lo tanto, para evitar una situación desagradable y sorprendente, recordemos que la anchura de la puerta debe ser de al menos 0,9 m. Por supuesto, tampoco se debe exagerar en la otra dirección. Las puertas más anchas de 1 m dificultan en lugar de facilitar el uso del baño. También es importante que al abrir las puertas, o más bien su grosor, no reduzca la anchura de la abertura en el marco.
Otro elemento importante es el umbral, o más bien su ausencia, que sería necesaria en este caso. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos no es posible (ya que indica una diferencia de nivel entre el interior y el exterior), por lo que a menudo se convierte en uno de los obstáculos más molestos. Por lo tanto, vale la pena eliminar la "molestia" de otra manera, utilizando listones de umbral con una pequeña pendiente para nivelar la diferencia de niveles. Pueden ser instalados permanentemente o temporalmente. Se suelen fabricar con aluminio, acero, madera o goma endurecida. Sin embargo, tratemos de evitar el uso de umbrales tanto como sea posible, y en última instancia, limitarnos a umbrales con una altura no superior a 2 cm.
Un caso aparte es el uso de puertas de vidrio. En este caso, se requiere un dispositivo de protección en la parte inferior de la puerta para proteger contra impactos de ruedas, cuya altura no puede ser inferior a 40 cm. La solución óptima es utilizar vidrio de seguridad para la ventana.
Las manijas de las puertas no solo son una cuestión de estética (aunque importante), sino sobre todo una forma ergonómica que brinda seguridad al agarre y apoyo sólido, eliminando la presencia de bordes afilados peligrosos. El tipo de manija utilizada no solo está determinado por consideraciones funcionales y ergonómicas, sino también por el tamaño y peso de las propias puertas. El espacio limitado para maniobrar de algunos usuarios a menudo requiere la instalación de un asa ancha debajo de la manija, que debe colocarse a una altura no inferior a 80 cm. Esto es una gran ayuda que mejora la funcionalidad.
En la planificación del espacio de maniobra de los vestíbulos y entradas, se asume que debe ser lo suficientemente grande como para no causar problemas al moverse, también eliminando la posibilidad de que las ruedas golpeen las paredes y esquinas. De lo contrario, esto requeriría protegerlos con topes o listones de piso bastante altos, lo que sería un costo adicional e innecesario. También es importante evitar la situación en la que ambas puertas del vestíbulo se abren hacia el mismo espacio interior, ya que esto limita significativamente el espacio. De lo contrario, se necesitaría extender el espacio por dos veces la longitud de la puerta.
En el baño para personas con discapacidad, es importante colocar las indicaciones adecuadas que faciliten su identificación. Se debe colocar el símbolo de accesibilidad para personas con discapacidad en la puerta del baño, así como indicaciones adecuadas que faciliten la comprensión del uso de los agarres, pasamanos y otros elementos adaptados a las necesidades de las personas con discapacidad.
Equipamiento obligatorio
Los dispositivos que deben estar obligatoriamente presentes en el equipamiento del baño son:
Espacio de maniobra
La directriz básica a tener en cuenta al diseñar un baño para personas con discapacidad es mantener un espacio libre de dispositivos (para silla de ruedas) con dimensiones mínimas de 150x150 cm. Este tema no presenta demasiados problemas en el caso de habitaciones en edificios recién construidos. Sin embargo, es diferente cuando se trata de adaptar baños ya existentes. A menudo, esto requiere la demolición de paredes, ampliación de la abertura de la puerta, cambios en el diseño de las instalaciones de agua, alcantarillado y electricidad, así como otros pequeños ajustes. Como consecuencia de estos cambios tan drásticos pero necesarios, también se reduce el espacio en otras habitaciones.
Muy a menudo, el baño y el aseo son habitaciones separadas. En este caso, vale la pena unirlos para obtener más espacio. Con el fin de evitar una serie de dificultades descritas, actualmente se está tratando de promover una disposición obligatoria que establezca las dimensiones mínimas de los baños residenciales, eliminando la necesidad de futuras modernizaciones y los costos adicionales asociados con ellas.
Además del espacio de maniobra principal, libre de dispositivos, también se designan espacios de maniobra que permiten un acceso libre a ellos. Es importante tener en cuenta que los espacios de maniobra en cada dispositivo y el espacio de maniobra principal adicional (150x150 cm) pueden superponerse.
Proyecto
En general, la construcción de un baño para personas con discapacidad que cumpla con todas las directrices no es una tarea sencilla, por lo que requiere una planificación previa y la elaboración de un proyecto adecuado que garantice la ergonomía, funcionalidad y seguridad para los futuros usuarios. Los elementos fijos del equipamiento de cada baño, como el lavabo para personas con discapacidad, la bañera y la ducha, serán los que determinen su aspecto final.
Es imposible crear un proyecto universal que tenga en cuenta las necesidades de cada usuario. El enfoque individual para cada proyecto está condicionado por factores que ya mencionamos al principio, incluyendo: el grado de discapacidad y la limitación de movimiento resultante, el alcance del espacio de maniobra y las dimensiones de la silla de ruedas. Sin embargo, se acepta un contorno externo muy generalizado y mínimo de 200x240 cm para el baño, que solo debería ser el punto de partida para futuras adaptaciones. El alto grado de generalización está dictado por la estructura variada de cada edificio, que se diferencia por elementos como ventanas, nichos y paredes estructurales. Por lo tanto, no debemos entender estas dimensiones como medidas finales, sino confrontarlas con las necesidades individuales. Recordemos que a veces unos pocos centímetros pueden marcar la diferencia en la comodidad o incomodidad del usuario.
Los agarres para discapacitados en el equipamiento de los baños son una necesidad, incluso una cuestión clave. Desafortunadamente, a veces su selección e instalación pueden convertirse en un obstáculo en lugar de una ayuda. En cierta medida, esto también se debe a la variedad de barras de agarre disponibles en el mercado, pero la amplia oferta ofrece enormes posibilidades en términos de equipamiento adecuado, eliminando las dificultades relacionadas con la individualización de las necesidades. Aparecen accesorios de diferentes longitudes, pero también de diferentes diámetros de tubería (de 2 a 3,5 cm), lo cual es especialmente importante cuando la capacidad de agarre de las manos del usuario es menor (personas mayores). En este caso, se prefieren los agarres para discapacitados hechos de tuberías de mayor diámetro. La altura de instalación, que se encuentra en el rango de 75-85 cm (medida desde el nivel del suelo), depende de la altura y la estructura corporal de la persona que lo utiliza.
Definitivamente, las barandas multifuncionales para discapacitados más comúnmente utilizadas son las de pared, que pueden ser móviles, fijas, montadas horizontalmente, verticalmente o en forma vertical-horizontal (soportes angulares/plegables - definitivamente más funcionales que los soportes rectos). Todo depende de las necesidades individuales y del grado de discapacidad del usuario. Estos dos factores determinan el tamaño, el tipo y la cantidad de barandas utilizadas. El objetivo es proporcionar a la persona discapacitada la máxima seguridad y comodidad. Por lo tanto, a menudo se utilizan barandas acanaladas para discapacitados para evitar que las manos se resbalen y aumentar la seguridad del agarre, así como soportes para discapacitados con insertos equipados con un anillo fluorescente - especialmente útiles cuando la iluminación de la habitación es significativamente más débil.
En situaciones en las que la separación de un espacio libre en el baño o el aseo también implica limitaciones significativas en términos de separación del resto del espacio relacionado con la instalación de equipamiento, es recomendable utilizar, por ejemplo, un asidero abatible para personas con discapacidad, especialmente indicado en aquellos lugares donde se requiere la instalación de más de un asidero, como en el caso del inodoro. Una ayuda adicional resultó ser la aparición en el mercado de asideros con elementos auxiliares que aumentan su funcionalidad. Por lo tanto, tenemos Asidero para personas con discapacidad de 60 cm, dispensadores de jabón giratorios o perchas para toallas. Estos son los llamados asideros de uso especial.
Para las personas que se desplazan en silla de ruedas, el uso del bowl de descarga a menudo presenta muchas dificultades. Esto se debe a descuidos y errores cometidos por el constructor al adaptar el baño a las necesidades de las personas con discapacidad. La falta de equipamiento para el inodoro es la causa más común de problemas. Aquí hay algunas recomendaciones necesarias para evitarlos:
Propiedades antideslizantes
La superficie antideslizante es uno de los elementos más importantes en términos de garantizar la seguridad de los usuarios. Su función es especialmente importante durante el baño, cuando el riesgo de resbalones es mayor. Esta propiedad también se convierte en el criterio principal al elegir el material para el piso de nuestro baño. Por lo tanto, es menos importante si es terracota, piedra natural o madera tratada. Lo importante es que el piso tenga propiedades antideslizantes.
Completar y al mismo tiempo garantizar la seguridad total, son elementos adicionales de equipamiento que ayudan a mejorar las propiedades antideslizantes. En el fondo de la bañera, es recomendable colocar una alfombra o un colchón. Las alfombras vienen en diferentes tamaños y pueden ser perforadas o tener protuberancias adecuadas para evitar resbalones. Están hechas de plástico o goma especial. En el caso de los platos de ducha, la situación es un poco diferente, ya que la mayoría de ellos tienen una textura antideslizante (con relieve) de fábrica. Si el plato de ducha está hecho de terracota, es necesario utilizar alfombrillas antideslizantes. El plato de ducha se puede revestir con azulejos cerámicos, mosaicos o verter con una capa de hormigón endurecido y protegido. Para personas mayores, se instalan platos de ducha especiales de acrílico o acero inoxidable con una superficie perforada y antideslizante con una pendiente mínima.
Dimensiones, pautas principales y soluciones
Plato de ducha
(En cuanto a los asientos, podemos elegir entre los fijos o abatibles: conjuntos de ducha listos para montar; sillas y bancos con asientos de plástico perforado o cubiertos con vinilo suave al tacto para mayor comodidad; asientos con reposabrazos y respaldo. El verdadero confort lo proporcionan los paneles de ducha con función hidro para las personas que se bañan sentadas).
Bañera
Dimensiones
Bañera o plato de ducha, inodoro, lavabo, barras de apoyo, espejos, Dispensador de jabón sin contacto son elementos esenciales que debe tener cada baño para personas con discapacidad, pero no son los únicos. También hay muebles, diferentes tipos de armarios, que deben estar diseñados de manera que, por un lado, no ocupen un espacio libre para maniobrar, y por otro, sean completamente accesibles. Por lo tanto, los armarios se cuelgan a una altura de aproximadamente 35-40 cm desde el nivel del suelo, para que todos los estantes y cajones estén al alcance de la mano.
Las puertas de los armarios deben abrirse a un ángulo de 180º y no es una exageración, ya que solo ese ángulo de apertura garantizará un acceso completo y cómodo para las personas que se mueven en silla de ruedas. También se pueden utilizar puertas correderas, persianas o estores. Una buena solución que mejora la comodidad y la seguridad del usuario es el suelo con calefacción, que reduce significativamente el tiempo de secado del suelo y, por lo tanto, también reduce el riesgo de resbalones.
Los elementos de vidrio, si forman parte del equipamiento, deben estar hechos de vidrio de seguridad, es decir, vidrio laminado. Otro aspecto importante, o incluso el más importante desde el punto de vista de la seguridad, es la instalación eléctrica. Hay varias restricciones relacionadas con este tema:
La iluminación en el baño para personas con discapacidad juega un papel importante, tanto en términos funcionales como de seguridad. Una iluminación adecuada puede facilitar el uso del espacio a personas con diferentes tipos de discapacidad. Aquí hay algunas pautas sobre la iluminación en el baño para personas con discapacidad:
Intensidad de la luz: La iluminación debe ser lo suficientemente brillante como para permitir una buena visibilidad y un movimiento seguro para las personas con discapacidad. En habitaciones donde hay obstáculos, como puertas, paredes o muebles, se debe utilizar una iluminación adecuada para minimizar el riesgo de tropezar.
Temperatura de color adecuada: Es importante elegir una iluminación con la temperatura de color adecuada. Por lo general, se recomienda utilizar lámparas con una temperatura de color cálido (alrededor de 3000K), que proporciona una luz agradable y natural.
Iluminación de emergencia: En un baño para personas con discapacidad, se recomienda instalar iluminación de emergencia. En caso de un corte de energía, la iluminación de emergencia proporcionará suficiente luz para que las personas con discapacidad puedan moverse y usar el baño de manera segura.
Iluminación sobre el espejo: El espejo en el baño debe estar adecuadamente iluminado para permitir que las personas con discapacidad realicen actividades de higiene personal, como afeitarse, maquillarse o lavarse la cara. Se recomienda utilizar iluminación lateral o superior que distribuya uniformemente la luz.
Interruptores de luz: En un baño para personas con discapacidad, se recomienda utilizar interruptores de luz que sean fáciles de usar y accesibles para personas con diferentes tipos de discapacidad. Se pueden utilizar interruptores de botón, sensoriales o aquellos que se pueden operar con el codo.
Evitar reflejos: Se debe evitar la iluminación que cause reflejos en el espejo u otras superficies, ya que puede dificultar la visibilidad y afectar negativamente la comodidad de uso del baño.
En última instancia, todos los elementos que sobresalen de la superficie de la pared (elementos de instalación sanitaria, tuberías, radiadores, ventiladores, etc.) no pueden limitar el espacio libre de maniobra necesario para moverse libremente en una silla de ruedas.
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Recordemos que todas las recomendaciones presentadas anteriormente están diseñadas para personas con discapacidad, con el fin de proporcionarles la mayor comodidad y permitirles actuar de forma independiente, al mismo tiempo que se sienten seguros. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que estas acciones tienen un gran impacto en la libertad y seguridad de las personas sin discapacidad que utilizan el espacio. Por otro lado, para las personas con discapacidad visual, la introducción de contrastes claros en las paredes será de gran ayuda, ya que debemos recordar que las personas con discapacidad no solo tienen problemas de movilidad.
Ryszard Kurek
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